Una carrera de fondo: 4 discos en 4 años.

Vuelvo a Africa (2012)
Mi primer trabajo discográfico de composición original música, letra y voz en una inusual formación jazz quintet con 2 guitarras: Guillermo Arrom e Israel Sandoval, Héctor Rojo al contrabajo y Noah Shaye en la batería. Un disco dedicado “A los expulsados del paraíso”. Obtuvimos excelentes críticas y la artista revelación del año en RNE.
Songs from the Hard & trumpet Jazz factory (2013)
Al año siguiente tocaba el recopilatorio de emblemas del jazz. Cuando la música no es tuya es como jugar con un niño, perdidos en el disfrute sin más miramientos… al fin y al cabo el niño es de otro y si a eso le sumas la inmejorable cantera de Hard & trumpet: Guillermo Arrom e Israel Sandoval, Héctor Rojo al contrabajo y Noah Shaye en la batería y el piano del gran Moisés Sánchez… ¡Telita!


Numberland (2014)
Este segundo trabajo original, esta vez con una formación diferente en la que el sonido guitarrístico es sustituido por el piano del uruguayo Diego Ebbeler y el trombonista Norman Hogue, junto a los habituales Noah Shaye y Hector Rojo, protagonizó una exitosa campaña de sensibilización hacia el autismo buscando acercarme, con una tierna y particular mirada de jazz, al mundo del autismo.
Las manos de mi madre (2016)
Mi último proyecto discográfico en el que reinterpreto, junto a composiciones propias, canciones de la música popular de todo el mundo con un nuevo sonido a cargo de un quinteto híbrido: Tino Van der Sman (Holanda) guitarra española y bouzouki; Youssef Chair (Marruecos) darbukas; José San Martín (Uruguay) batería; y los andaluces Juanmi Guzmán al contrabajo y Angel Andrés Muñoz al piano. Esta vez me atreví también con la producción musical y hasta introduje un instrumento inventado por mí: el kalimrhan; pero a veces la vida toma sus decisiones sin contar con una, o sí, en cualquier caso cuando me repuse de lo que yo llamo “mi periplo médico” mis prioridades eran otras, yo era otra y mi mundo era otro y, virando mis naves, me bajé del escenario para ejercer mi experiencia desde otros ámbitos entendiendo, ¡por fin!, mi verdadera vocación: Ser útil.
